Ha fallecido el gran John Prine a los 73 años de edad. La semana pasada fue internado por complicaciones de salud relacionadas al coronavirus.
Prine es considerado uno de los mejores compositores norteamericanos de country y folk. Comenzó su carrera en 1971, ganándose rápidamente el aprecio del público. Entre sus fans también están Bob Dylan y Kris Kristoferson.
Prine nació en 1946 en Maywood, Illinois. Pasó su juventud en Chicago, donde asistió a la Old Town School of Folk Music y luego trabajó como cartero. Fue durante su período como cartero que Prine comenzó a perfeccionar su arte de escribir canciones y actuar en micrófonos locales abiertos. Fue descubierto por Kris Kristofferson, quien lo ayudó a conseguir un contrato de grabación. Casi al mismo tiempo, el crítico de cine Roger Ebert escribió la primera crítica de una actuación de Prine y le dio un gran pulgar hacia arriba. Ambos hombres creían que era tan bueno como Bob Dylan. Prine sintetizó el folk, el country y el rock en un estilo propio.
Kristofferson luego invitaría a Prine a actuar en Greenwich Village junto a Carly Simon.
Como el destino continuaría intercediendo, el ejecutivo Jerry Wexler asistió al show de Greenwich Village y al día siguiente firmó Prine en Atlantic Records. Prine lanzaría su debut homónimo en 1971. El álbum fue recibido con aclamación crítica, con críticos y artistas que elogiaron a Prine por su enérgica composición de canciones que navegaba por temas existenciales pesados y la noche oscura del alma con un sentido del humor reflexivo.
Entre sus admiradores estaban Bob Dylan, Bonnie Raitt, Johnny Cash, Joan Baez y muchos otros. En 1972 fue nominado para un Grammy al Mejor Artista Nuevo.
Prine continuaría teniendo una carrera prolífica y en 1981 se independizaría y comenzaría su propio sello, Oh Boy Records, donde lanzaría todos sus proyectos posteriores para el resto de su carrera.
En 2018 lanzaría el que sería su décimo octavo y último álbum, The Tree of Forgiveness, con actuaciones junto a Jason Isbell y Brandi Carlile. El álbum sería su récord más alto, alcanzando el número cinco en el Billboard 200.
Admirado por su habilidad para contar experiencias aparentemente ordinarias y convertirlas en canciones memorables con un equilibrio entre un humor, melancolía y tristeza. John Prine es uno de eso raros compositores que puede hacerte reír y llorar en la misma canción.
The Missing Years es un grandioso disco para entrarle al mundo de John Prine.
En 1991, John fue a comer a un restaurante italiano en California, ahí se encontró al Jefe Springsteen, quien le dio un montón de números de teléfonos de amigos que les gustaría grabar con el. Era la primera vez que Prine grababa un disco en Los Ángeles y sin la ayuda de su colaboradores en Nashville. Springsteen estaba en la ciudad grabando con John Mellencamp, ahí en el estudio también estaba Howie Epstein y Tom Petty.
En esa época Tom andaba metido en todos lados, produciendo y pagando favores a sus ídolos. El nombre del álbum sugería que era material perdido de Prine, pero en realidad era una idea de John acerca de los años perdidos de Jesús, según Prine, Jesús se fue de su casa a los 12, vio Rebeldes sin causa, descubrió a los Beatles y a los Rolling Stones.
John Prine nunca tuvo una gran voz tampoco, pero no importa. Su amado y homónimo primer disco es exactamente lo que esperarías que fuera y así fue como se mantuvo haciendo música.
Prine nunca sonó tan importante como Dylan, en parte porque su sentido del humor era más evidente, un rasgo de personalidad que «La Voz de la Generación» no mostraba con suficiente frecuencia. Dylan es un genuino fan de John.
Después de escuchar canciones como «Hello In There», te das cuenta de lo sorprendente que es que un chico de veinticinco años entienda la soledad que a menudo sienten los adultos mayores. The Missing Years tiene letras que John escribió en el pico de su carrera.
Melodías que destrozan el corazón, versos oscuros, graciosos y al mismo tiempo con el poder de transmitir tanta humanidad…John Prine es eso.
En ese disco terminaron colaborando Bruce Springsteen, Tom Petty, Bonnie Raitt, Phil Everly, David Lindley y Albert Lee. De héroe y compositor de culto, la música de Prine llegó al radio por primera vez desde que se alejó de las grandes disqueras y grabó su primer video para MTV.
Lamentablemente, Prine nunca fue un nombre familiar a pesar de que era un maestro de la narración de historias y canciones. Recibió múltiples premios Grammy y, aunque debería haber ocurrido mucho antes, finalmente fue incluido en el Salón de la Fama de los Compositores en 2019.
Ha sido nominado para el Salón de la Fama del Rock & Roll, pero no ganó suficientes votos para ser incluido.
Encapsular su carrera es difícil de hacer en tan pocas palabras. Su trabajo tuvo un profundo impacto en la música country y folk, influenciando a sus contemporáneos y a los artistas que lo siguieron. Sus éxitos comerciales y elogios fueron superados por la lealtad y adoración de sus fans.
John siguió tocando en vivo y grabando hasta hace poco a pesar de dos grandes batallas contra el cáncer. Le extirparon un pulmón en 2013 y 15 sufría de cáncer en el cuello que alteró severamente su voz incluso después de un largo período de terapia.
Irónicamente, la última canción de Prine de su último álbum es «When I Get To Heaven». Compruébenlo y escuchen otras de sus gemas. Es una canción humorística que se siente realmente triste hoy.
Es triste saber que quedan pocos «cool cats» auténticos como John Prine. Cuando muere un músico también se abre una nueva oportunidad para redescubrir su trabajo y si no lo conocen, pueden comenzar con The Missing Years, podrían abrir una puerta a un nuevo tipo de música, o un artista que no conocías. O alguien que puedes haber pensado que era simplemente aburrido. Pero aquí está lo chido de el camino hacia una música nueva / interesante / diferente. . .Saltar.
Hay canciones y letras que tal vez te están esperando a que las escuches, porque podría ser que te hablen, que te encuentres en ellas, que rías y llores.
Y les aseguro que John Prine tiene una canción para ustedes, un blues para la carretera, un country con voz raspada sobre la desgracia humana, un folk enamorado para cantar con tu persona especial hasta que los dos envejezcan, un rock maleducado para mandar todo a la mierda, un country waltz con guitarra de palo con cosas bonitas que te hagan reír en medio de una crisis mundial.
Creo que ahora todos deberían escuchar a Prine de vez en cuando.
Escribe canciones encantadoras, melodías elementales que sientes que has conocido toda tu vida, pero son sus palabras las que realmente lo distinguen.
Buen viaje John, gracias por las risas y la música. Acá en este plano, haremos lo posible por seguir las vibras de tus letras, enfrentarnos a la adversidad y la muerte, pero con el espíritu en alto, independiente y siempre combativo.
Gracias por la música.
RIP John Prine