El disco que invento el Heavy Metal

El sonido de la banda se caracterizó por su atmósfera oscura y siniestra, riffs pesados y una sección rítmica contundente. La canción de apertura del álbum, “Black Sabbath”, marcó la pauta para el resto del disco con su riff siniestro y cargado de fatalidad y letras inspiradas en el ocultismo. Las otras pistas del álbum, incluidas “The Wizard”, “N.I.B.” y “Warning”, presentaban riffs pesados ​​similares y ritmos poderosos y macabros.

El álbum debut de Black Sabbath tuvo una profunda influencia en el desarrollo del heavy metal. Su sonido oscuro y amenazador y sus riffs pesados se convirtieron en un sello distintivo del género, inspirando a innumerables bandas en las décadas siguientes. El éxito del álbum también allanó el camino para que otras bandas de heavy metal lograran el éxito general y ayudó a establecer el heavy metal como una nueva faceta del rock.

Más allá de su influencia musical, el álbum debut de Black Sabbath también tuvo un impacto en la cultura en general. La imagen y el estilo de la banda, con su cabello largo, chaquetas de cuero y botas pesadas, se convirtió en un ícono de la cultura juvenil rebelde de la década de 1970. Los temas oscuros y las imágenes ocultistas del álbum fueron controvertidos en ese momento.

El mundo no lo entendía y la critica musical los destrozo. Pero el Heavy Metal había nacido.

El sonido oscuro y pesado del álbum contrastaba con la música de la época, que estaba dominada por el flower power y la paz y el amor. La música de Black Sabbath era cruda y poderosa, con letras que exploraban temas de muerte, maldad y ocultismo. La guitarra de Iommi con mezclas de denso blues marco el tono, la elegante batería de Bill Ward viajaba entre el jazz y potencia, el genio de Geezer Butler le daba vida a la música oculta y prohibida con sus letras y líneas de bajo, y por supuesto, esta Ozzy Osbourne, la voz, la locura y uno de los mejores frontmans de la historia.

El accidente que invento el Heavy Metal

En los primeros días de Black Sabbath, Iommi tuvo un extraño accidente que cambiaría su vida y su música para siempre. Cuando era adolescente, trabajaba en una fábrica de láminas de metal y, un día, una máquina que estaba operando le cortó accidentalmente las puntas de dos dedos de su mano derecha, la mano que usa para tocar. El accidente amenazó con acabar con su carrera como guitarrista.

Iommi estaba comprensiblemente devastado por la lesión. Ya había estado tocando la guitarra durante varios años y estaba al borde del éxito con su banda, Earth (Nombre anterior de Black Sabbath). En ese momento, Iommi consideró brevemente dejar la música por completo. Pero estaba decidido a encontrar la manera de seguir tocando a pesar del contratiempo.

Con el apoyo de sus compañeros de banda, Iommi comenzó a experimentar con diferentes formas de tocar la guitarra. Intentó usar las yemas de los dedos de plástico, pero las encontró incómodas. Eventualmente, decidió afinar su guitarra para reducir la tensión en las cuerdas y hacerlas más fáciles de tocar.

Esta técnica, combinada con su nueva confianza en los acordes de poder, creó un sonido pesado y amenazador que se convertiría en el sello distintivo de la música de Black Sabbath. Era un sonido oscuro, inquietante y diferente a todo lo que se había escuchado antes. Con los riffs de Iommi a la vanguardia, Black Sabbath fue pionero en un nuevo género musical: el heavy metal.

En las décadas posteriores, el heavy metal ha seguido evolucionando y expandiéndose, pero todo comenzó con el accidente que casi acaba con la carrera de Tony Iommi. La pérdida de sus dedos lo obligó a adaptarse e innovar y, al hacerlo, creó un sonido que cambiaría el curso de la historia de la música.

Es un testimonio del poder de la creatividad y la determinación humana: que incluso frente a la adversidad. Por crear el Metal, un sonido  que resuena en personas de todo el mundo, tenemos una deuda de gratitud con Tony Iommi.

EL pacto con el diablo

“Black Sabbath” es posiblemente una de las canciones más emblemáticas de la historia del rock. También es la canción que da título al álbum debut de Black Sabbath.

Pero los orígenes de la canción están envueltos en misterio. Algunos dicen que el riff se le ocurrió a Tony Iommi en un sueño, mientras que otros afirman que fue el resultado de experimentar con las escalas de blues. Independientemente de cómo surgió el riff, está claro que la música necesitaba un acompañamiento lírico adecuado.

Ahí es donde entró Geezer Butler. El bajista y letrista principal de la banda, escribió la letra de “Black Sabbath” después de inspirarse en una experiencia aterradora.

Según cuenta la historia, Butler vivía en un departamento en ese momento y estaba obsesionado con el ocultismo. Una noche, vio lo que describió como una figura negra de pie al final de su cama, que creía que era una manifestación del diablo. Este incidente se quedó con él, y se inspiró para escribir la letra de “Black Sabbath”.

La letra pinta una imagen vívida y aterradora del diablo y su influencia en el mundo. Desde las primeras líneas – “¿Qué es esto que está delante de mí? Figura en negro que me señala” – hasta el estribillo final de “Satanás riendo extiende sus alas”, la canción crea una sensación de fatalidad inminente y una sensación de estar en la misericordia de las fuerzas sobrenaturales.

Las letras de Butler fueron una combinación perfecta para el riff pesado de Iommi y la voz inquietante de Ozzy Osbourne. Ayudaron a crear un sonido y una estética que vendrían a definir el heavy metal, un género que se ha mantenido popular durante más de cinco décadas.

“Black Sabbath” es más que una gran canción: es un momento decisivo en la historia de la música. La combinación del riff de Iommi y la letra de Butler, junto con el resto de las contribuciones de la banda, crearon algo realmente especial. La canción ha sido versionada  innumerables veces y se ha convertido en una referencia de las raíces del heavy.