Lovecraft Country: Entre el horror fantástico y real

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H.P. Lovecraft escribió sobre los horrores cósmicos, criaturas que para la mente humana son inconcebibles, hasta el punto que los pueden llevar a perder la razón.

Dentro de esas letras, el miedo estaba presente y en esas mismas historias reales de Lovecraft, sus miedos eran la principal fuente de inspiración, entre ellas el miedo a lo desconocido, lo extranjero y lo que provenía de fuera. El racismo de Howard Phillips Lovecraft fue extremo incluso para su época, particularmente su vil poema que “Sobre la creación de N-s”.

En la recién adaptación para la televisión del libro de Matt Ruff, Lovecraft Country, está adaptada a un Estados Unidos lleno de monstruos y solamente algunos de ellos no son humanos. En un embriagador juego de terror a través de las grotescas tradiciones del racismo estadounidense de los estados sureños. Lovecraft Country usa la metáfora, el género, la fantasía y el terror para hablar de verdades que han sido enterradas: Para los afroamericanos, Estados Unidos siempre ha sido una historia de terror.

Además de los distintos homenajes a clásicos libros y películas de terror, algunos momentos de la trama de Lovecraft Country resuena muy bien en estos momento violentos. Maneja un horror social muy oscuro y áspero mientras involucra temas de terror escapista. Es casi algo perfecto para lo que estamos pasando en este momento. El escape en un sentido pero confrontando la fealdad real en la que estamos viviendo.

Entre seres cósmicos y deidades grotescas, la serie recupera todas esas películas de aventuras tipo Goonies, con solo un poco de magia extra. Transporta al espectador a los años 50. La época recuerda a la migración negra, los veranos, las fiestas de barrio y el racismo incesante y desenfrenado.


Como fan del nuevo terror y la ciencia ficción, el nombre de Jordan Peele, solo tuve que ver el tráiler una vez antes de saber que lo estaría viendo las siguientes semanas. Después de un espectacular primer episodio, los siguientes capítulos ha decepcionado a muchos con la soltura de la imaginación de los guionistas, inconsistencias en la trama y más que nada por apuntar en varios momentos al sensible tema de las relaciones raciales desde el punto de vista negro.

La inclusión en en Hollywood y la nueva corrección política parecerá que se ha colado en la historia. Y es una de las mayores quejas de la audiencia. Antes que preocuparse por que la historia involucre los suficientes monstruos y sustos. Es muy obvio que algunas de las malas reseñas que le dan a la serie, provienen de estas opiniones que no le dan a la historia de esta serie la oportunidad que se merece. Eso es lamentable.

La adaptación de Lovecraft Country merece un espacio. Pero esto no es así. No se trata de nada anti-blanco, pero supongo que cualquier cosa, donde la “mayoría” no es celebrada o alabada, es anti-blanco.

Hay que aclarar que no se trata de los mitos y las narrativas de Lovecraft, el autor Matt Ruff se inspira en él y ha creado un mundo donde la fantasía, sucesos extraños, artes místicas se mezclan con las vivencias de los personajes afroamericanos. A pesar de un desequilibrio en como se está contando la historia.

La serie logra atrapar en la aventura y hacerte sentir cómplice de ese viaje de fantasía y misterio. Entre tanto, da un vistazo a las realidades de esos tiempos y las formas de sobre vivencia, enojos, orgullo y tolerancia de la gente de color. Los puntos débiles y los fragmentos de la historia racista de Estados Unidos, duelen. Pero  también encienden fuego, orgullo y respeto por quienes vivieron esa época.

Lovecraft Country muestra algunos de los horrores que experimentaban las comunidades segregadas. Los pueblos con letreros de advertencia para negros, japoneses y latinos.

Costumbres y creencias que se asentaron raíces en los estados sureños por generaciones y que tristemente, como se ha visto en los últimos meses, esas tradiciones y pensamientos racistas son igualmente relevantes hoy y con los mismos efectos. Los nombres se cambian por otros nuevos. Malcolm X, Rodney King, George Floyd, Jacob Black, Por supuesto, es solo la punta del iceberg. Principalmente, Norteamérica vive en una pandemia de racismo y conocer estas historias es fundamental para conocer la lucha.

Es importante entender, que para el resto del mundo, el racismo estructural no nos golpea de la misma manera que a ellos porque no somos negros, hay una diferencia fundamental ahí. Pero tenemos que reconocer que esto no minimiza nuestras propias luchas. Podemos compadecernos de las experiencias compartidas, pero en última instancia, simplemente no nos afecta como a ellos y reconocemos que eso no socava una lucha que todos tenemos en común.

Y su pelea también es nuestra, porque el mundo nunca será igual hasta que todos sean tratados con la dignidad que merecen. Y de todos modos, la empatía y ayuda que se muestra a las personas negras a lograr en justicia e igualdad también se transfieren a las minorías no negras, e incluso a las personas blancas.

Destruir el racismo sistemático ayuda a TODOS, porque ese sistema se usa para explotar y controlar a todos, incluso si los grados difieren. Apoyemos a quienes se niegan a aceptar el statu quo. La WNBA, NBA y todos aquellos que no tolerarán otro Jacob Blake. Otro George Floyd. Debemos hacerlo mejor, las vidas dependen de ello.

El pasado racista de Estados Unidos no se debe limpiar, al contrario, debe mostrarse para evidenciarlo. No se trata de sustituir letreros y carteles, películas y libros.

Se debe construir sobre ellos. Los sucesos y los personajes en las historias no van a cambiar, lo haremos nosotros que las leemos, que aprendemos las lecciones y las abrazamos- Desde siempre el género de horror ha sido una plataforma para exponer a los monstruos reales que viven con nosotros. No todas las criaturas tienen tentáculos, también pueden ser presidentes.

Usemos estas mismas historias que el mismo Lovecraft ayudó a cimentar, el horror para destrozar el racismo miembro por miembro y servirlo en una rebanada de pan.


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