Sonny Rollins: la vida de una leyenda del jazz

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Sonny Rollins, conocido como uno de los saxofonistas tenores más influyentes en la historia del jazz, ha cautivado al público con su sonido innovador y distintivo durante más de seis décadas.

Con una carrera que abarca desde la era del bebop hasta el jazz moderno, Rollins se ha convertido en un ícono en la industria de la música, con un sonido y un estilo únicos que han inspirado a innumerables músicos y fans por igual.

Sus inicios

Nacido en Harlem en 1930, Rollins estuvo expuesto a los sonidos del jazz a una edad temprana, gracias al amor de su madre por la música.

A la edad de 7 años, ya había comenzado a tocar el piano, pero no fue hasta que tomó el saxofón a los 16 que se encendió su verdadera pasión por la música.

Inspirado por los sonidos de Charlie Parker y Lester Young, Rollins rápidamente se estableció como un músico talentoso y dedicado.

En los primeros años de su carrera, Rollins trabajó con algunos de los músicos de jazz más destacados de la época, incluidos Miles Davis, Thelonious Monk y Max Roach.

No pasó mucho tiempo antes de que comenzara a desarrollar su propio estilo único, caracterizado por su destreza técnica y su voluntad de experimentar con diferentes sonidos y técnicas.

Las grabaciones de Rollins de las décadas de 1950 y 1960, como “Saxophone Colossus” y “The Bridge”, ahora se consideran clásicos del género jazz.

Su estilo ha sido descrito como una combinación de bebop, swing y hard bop, con un tono claramente conmovedor y de blues.

Rollins también ha sido reconocido por su dedicación a causas de justicia social.

Durante el movimiento por los derechos civiles de la década de 1960, se negó a tocar en lugares segregados y fue un firme defensor de la igualdad racial en la industria de la música.

Incluso cuando se acerca a su 93 cumpleaños, Rollins continúa inspirando e influenciando a músicos de todo el mundo. Su legado como ícono del jazz y activista social será recordado por las generaciones venideras.


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