Hace dos años me encontraba transmitiendo mi habitual programa de radio de los Viernes, programa del cuál solo quedan algunos shows grabados y una página con algunos fans en Facebook. Hace un año me encontraba en el funeral de mi abuela. Hoy me encuentro escribiendo y re-inaugurando esta página y este proyecto, el año entrante, no lo se, no lo imagino o lo pienso, todo puede pasar, cambiar o morir.

Mis frustraciones y locuras no serán parte de esta columna, eso quedo atrás en el primer blog que abrí.

El tiempo, el mundo, la muerte, mierda. Tal vez este es el proceso de perder a alguien cercano. He tenido la fortuna de estar siempre cerca de la familia y amigos. En lo últimos años los golpes ha sido duros, aquellos que siempre estaban ahí se han ido y una de las sensaciones más jodidas es el llegar a casa y querer verlos en el mismo sitio, esperar a que lleguen en algún momento y seguir en la normalidad, pero no es así. El show debe continuar.

Una de las constantes de la vida es la música, esa nunca falla, los discos y las canciones están ahí para cuando los necesites. Y nuevamente llega esa sensación, esas caras y voces que te han acompañado en el camino, que se han vuelto el soundtrack de tu vida, se esfuman, quedan grabadas pero igualmente se apagan.

El 2015 y este jodido 2016 han sido una mierda, un año negro para la música y donde tristemente hemos perdido muchos de nuestros héroes musicales. Bowie, Lemmy, Prince, Scott Weiland, Allen Toussaint, Chris Squire, Daevid Allen, B.B. King, George Martin, Keith Emerson, Lonnie Mack, Scotty More, Carajo. Nos estamos quedando huérfanos. Y al final todos iremos a parar al mismo lugar.

La ida de trascender o de pasar de la luz a la nada, es lo que me ha intrigado en estos meses, pero si bien he comprendido algo de todo esto, es hacer de nuestro tiempo en este lugar valga la pena, dejar algo en nuestro paso, así como lo hizo Lemmy, Bowie, Weiland y Prince. Tratar de crear y hacer de este mundo enfermo un lugar mejor por algún rato. Pelear por nuestra existencia y el tiempo que nos sobra aunque al final todos lleguemos al mismo lugar. Fuera de lo azul y dentro de lo negro.

Gracias por leer esto y visitar esta página, gracias por compartir con nosotros tu tiempo en leer y escuchar nuestros programas. Gracias de verdad.

Que la música siga, que el espíritu no se pierda, nuestros héroes se están adelantando y los alcanzaremos algún día.

Mientras tanto que continué el rock n roll, disfrutemos la música ya sea solos o en compañía, que la alegría y el baile no pare, descubramos nuevos sonidos, compartamos nuestros discos e historias a las nuevas generaciones. Que la pasión no desaparezca, que el show continué hasta que se apaguen las luces y el disco deje de girar.

Hey hey, my my / Rock and roll can never die