Hablemos de Blues: Hablemos de Son House

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En esta nueva entrega de Hablemos de Blues es turno de repasar del legado de Son House. Nacido un 21 de Marzo de 1902 en Riverton, Mississippi, Estados Unidos.

Su influencia principalmente va de Muddy Waters a Robert Johnson, personajes pilares del blues.

“IF YOU CAN’T FEEL IT, YOU CAN’T PLAY IT”

La importancia de Son House, no solo se encuentra en el blues, va directamente al núcleo de la canción, los sentimientos y emociones que hacen que un hombre cante sus penas.

Nacido bajo el nombre de Eddie James “Son” House, Jr. (Marzo 21, 1902 – Octubre 19, 1988) House es recordado como uno de los innovadores y pioneros del Delta Blues, con elementos crudos en su voz y guitarra, dos cosas que sirvieron de base para todo el genero. En ocasiones incorporaba elementos del southern gospel y música espiritual.

Una de las mejores formas para comenzar a adentrase en la música de Son House y el blues en general, es escuchar las primeras grabaciones que hizo con Paramount en los años 30. La clave e importancia de estas grabaciones recae en canciones clave en la historia del blues como “Grinnin’ In Your Face” y “Death Letter Blues”.

El verdadero blues no tiene filtros, lo que obtienes es puro y real. Actualmente hay un sinnúmero de canciones populares desde el pop hasta el country pop más plástico donde se habla del duro golpe de una ruptura, y nada se compara al verdadero dolor y el canto inquietante de Son House.

Millones de dólares en producción no se pueden comparar con las historias de un hombre que ha vivido una vida dura y el sonido de su guitarra. Incluso más allá del ruido y de los golpes a la guitarra, uno genuinamente puede sentirse impresionado por el fervor emocional que House le pone a su canto.

Su música se convirtió en la principal fuente para pioneros como Waters y el mismo Robert Johnson y eso ya es decir todo. No es secreto que en su re descubrimiento a mediados de los 60 lo transformo en una potencia musical. Los emocionados chicos blancos en Inglaterra esperaban un gentil hombre proveniente del nuevo “ambiente folk”. Pero ese no era Son House.

Cuando el hombre comenzaba a cantar, sus ojos desaparecían, no había guitarra, el ritmo lo llevaba con sus manos y pies. Ahí es cuando sabias que ibas a escuchar un autentico blues. En su forma más cruda y primitiva, la canción en su punto de origen.

Ya fuera a capela, gritando con su guitarra, entonando himnos espirituales y con la apariencia de estar poseído por un viejo espíritu del Delta.

Ese si era Son House.

 

Vivió intensos y obscuros momentos como su música. A los 15 años predicaba el gospel en diferentes iglesias mientras iba de plantación en plantación.

Su odio al trabajo duro en las plantaciones lo llevaron a su gusto por el whisky. Ni siquiera le gustaba la guitarra, detestaba a los tipos que andaban por ahí cantando, aunque vivió en un ambiente familiar lleno de música por su padre y hermanos, House le guardaba resentimiento y se alejaba de todo lo que se relacionara con la música.

En una noche de borrachera entro a un bar y vio a un hombre ganando monedas por cantar y tocar. Su destino lo había dejado justo en la puerta del Blues.

Su primera guitarra la tomó a los 25 años.

La mezcla del Blues y su puesto como predicador siempre lo pusieron en conflicto, pero no tanto como su gusto por el alcohol que lo llevó a una vida aún más complicada.

Para mediados de 1927 en su natal Lyon, Son ya había comenzado a tocar en algunos juke joints. En una de esas noches un hombre comenzó a disparar una ráfaga de balas por todos lados.

Son House, con una herida de bala en la pierna, mató al hombre de un disparo. Inmediatamente fue sentenciado a prisión en la cárcel estatal de Mississippi. Fue condenado a 15 años de prisión aunque solamente cumplió dos.

Su familia y su jefe de la plantación lucharon arduamente por su liberación alegando “defensa propia”.

Al salir de prisión un juez le dijo que nunca más pusiera un pie en su ciudad.

Comenzó una nueva vida con el fin de dedicarse completamente a ser un hombre del blues.

Son tomó un tren a la pequeña ciudad de Lula. El destino parecía ponerlo una vez más en el camino correcto. Casualmente, el gran y único Charly Patton se encontraba en la ciudad. Patton y Willie Brown ya eran dos bluesmans profesionales. Mientras House tocaba y vagaba en la estación del tren, llamó la atención de la gente y de una mujer en el negocio del whisky. House fue invitado a la casa de Chalry Patton.

En ese momento eran los personajes más legendarios que el blues tenía para ofrecer. Los dos hombres no podrían haber sido menos similares en disposición, estatura y en las perspectivas musicales y de rendimiento si lo hubieran planeado a propósito de esa manera.

Patton fue descrito como un chiquillo divertido y ruidoso que era un showman ruidoso y apasionado que usaba todos los trucos del libro para ganarse a la multitud.

Aún en conflicto sobre tocar blues en bares de mala muerte, Son comenzó a transformarse en el mismo show. Su amistad con Patton era algo inusual, aunque en principio comenzaron a tocar juntos, al poco tiempo se iban de gira pero tocaban por separado.

En 1930 Patton viajo a la ciudad de Grafton, Wisconsin para grabar algunos temas en insistencia de la compañía Paramount Records. Junto a él iban House y Brown. Esas grabaciones y algunas de las copias que aún existen de esos discos, se encuentran entre algunos de los álbumes más raros y valiosos para los coleccionistas de música e historiadores del blues.

Se ha comentado que incluso son más raros de encontrar que algunas grabaciones del mismo Charly Patton o de Robert Johnson.

La disquera uso discos comprimidos de 7 pulgadas a 78 rpm, que tenían una calidad de sonido inferior, por lo que si alguien se topara con alguna copia original, lo que más se escucharía sería ruido puro.

Pero dejando de lado la calidad del sonido, hay que hablar de las canciones que se grabaron ahí. House grabó 9 canciones de las cuáles solo se publicaron 8 y en el momento en que se lanzaron fueron un total fracaso.

A pesar de esto, lo que quedo ahí fueron endemoniadas interpretaciones de canciones como: “My Black Mama”, “Dry Spell Blues”, “Preachin’ The Blues”.

Las raíces de la guitarra blues y la voz voodoo de House, fueron elementos claves que ciertamente inspiraron a Robert Johnson. La mejor prueba de esto es “Walkin’ Blues”, canción que fue descubierta y publicada décadas después y que podemos decir fue el tema que dio origen “Crossroads” tema popular de Johnson.

Tal vez es cierto que el Diablo le dio a Robert Johnson la habilidad y la magia para la guitarra, pero el que le enseño todo fue Son House.

House continuo tocando algunos años con Patton y Willie Brown. Se decía que House estaba en el punto más alto de sus presentaciones. Eso fue hasta hasta la muerte de Charly Patton en 1934. Después de eso House desapareció del mapa y se convirtió en chófer de un tractor en una plantación.

En 1941, la grabaciones de Paramount llamaron la atención de un joven llamado Alan Lomax, quien trabajaba con su padre John A. Lomax para la biblioteca del Congreso de los Estados Unidos. John Lomax era un maestro, historiador y un coleccionista de canciones folk y tradicionales.

A la fecha sus recopilaciones y su archivo fonográfico ha sido de gran importancia para el cancionero musical de Norte América.  Con la misión de documentar y preservar esas canciones, Alan Lomax llevaba consigo una enorme grabadora, con la ayuda de Muddy Waters lograron localizar a House. Willie Brown se reunió con House para esas grabaciones.

Lomax realizo dos grabaciones, una sesión con una banda de respaldo y una de House solo. Si en ese entonces hubieran conectado las guitarras y la batería, desde 1941 podríamos decir el futuro de la música estaba ahí.

House había pasado casi una década sin tocar, pero poco después de las grabaciones del Congreso, volvió a desaparecer y se mudo a Rochester, Nueva York. Esas sesiones fueron significativas para el resto de su carrera.

Las grabaciones de la Biblioteca del Congreso le otorgaron un puesto importante dentro del circulo de los artistas folk, pero también como un bluesman áspero y de vieja escuela. House también había marcado su final con el blues rural.

En canciones como “Country Farm Blues” hablaba sobre el maltrato y los grupos que manejaban las plantaciones donde eran explotados muchos trabajadores. También tuvo algunas palabras para los japoneses y la segunda guerra mundial en “This War Will Last You For Years”.

En 1964 House regreso de la obscuridad cuando fanáticos del blues e investigadores folk comenzaron a buscarle y explorar su trabajo. Alan Wilson de Canned Heat entablo una amistad con House y tuvo que sentarse con el y enseñarle a tocar sus propias canciones. House alegremente había confesado que no había tocado una guitarra en años. Juntos grabaron nueve canciones nuevas con Wilson en la armónica.

Una vez que House había recuperado su toque, comenzó a hacer presentaciones en festivales y cafeterías. Regreso a grabar, algo que fue muy importante para llegar a su nuevos fans jóvenes de los 60. Canciones más fáciles de digerir que sus viejas grabaciones en Paramount y con mejor calidad.

Para 1965 se estaba presentando en el Carnegie Hall de Nueva York. El publico fascinado le preguntaba sobre Charly Patton y Robert Johnson.

A diferencia de sus contemporáneos, House era algo fresco del pasado y no solamente un viejo nombre en un disco. Era una leyenda viva del Delta Blues, aún activa y haciendo nueva música.

Para principios de los años 70, le fue diagnosticado Alzheimer y Parkinson, enfermedades que afectaron su memoria para recordar sus canciones y poco después fue perdiendo su habilidad en las manos. Lamentablemente para 1976 dejo de presentarse en vivo.

Se mudo a Detroit, donde vivió hasta su muerte el 19 de Octubre de 1988 por un cáncer de laringe. La sociedad de Blues de Detroit junto dinero para hacer conciertos benéficos y hacer un monumento en su tumba.

Fue inducido al salón de la fama del blues en 1980.

“Grinnin’ In Your Face”

“Scary Delta Blues”

Son House es una de las figuras importantes del Delta Blues. Se mantiene actualmente como una gran influencia en la música actual, con bandas que le han rendido tributo como The White Stripes, Jon Spencer Blues Explosion, ZZ Ward y muchas otras.

Jack White de The White Stripes habla de su canción favorita en el documental “It Might Get Loud”, el tema “Grinnin’ In Your Face”.

Son House & Alan Wilson – “Levee Camp Roan”

 De sus últimas grabaciones en 1964.

“Sun Going Down”

 


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